El placer de dibujar

El placer de dibujar

La exposición presenta una investigación realizada con niños/as y jóvenes de 0 a 14 años. Tiene la intención de demostrar cómo el dibujo es una oportunidad imprescindible para implicar y desarrollar aspectos cognitivos, emocionales, perceptivos, imaginativos, comunicativos y expresivos.

 

Expulsado durante el siglo XX de los niveles más altos de la educación escolar y frecuentemente considerado como simple actividad recreativa y de ocio, el dibujo debe ser reconocido (y a veces reintroducido)  hoy más que nunca también en la etapa de secundaria, como herramienta cognitiva y ecosistema comunicativo a través de la cual lograr un cambio radical en los procesos educativos y culturales.

El objetivo de la investigación es promover el papel del lenguaje gráfico en los procesos de aprendizaje de los niños.

Esta exposición ofrece una mirada analítica a través de la cual observar e interpretar los varios procesos y las estrategias inteligentes que los/as niños/as y jóvenes implementan para crear sus dibujos y gráficas.

Los dibujos expuestos son algunos testimonios que no pretenden ser exhaustivos, sino describir algunas de las varias formas de aprender el lenguaje gráfico.
Una evolución que, como ocurre con todos los procesos de aprendizaje, tiene idas, vueltas, avances, paradas, que se retroalimentan en el encuentro e intercambio con los demás y con lo que nos rodea.
El aprendizaje no es un proceso lineal sino un camino que, si se apoya conscientemente, está lleno de experimentos y descubrimientos cognitivos e imaginativos.



PROFUNDIZACIÓN

Trazar signos pertenece al ser humano desde su origen, revela el deseo de dejar una huella de sí mismo en el mundo para testimoniar su presencia, para comunicar, para narrar.

Al principio son gestos en el aire, posturas corporales, garabatos de voz, luego poco a poco el signo se convierte en dibujo y en representación de lo que vemos e imaginamos a nuestro alrededor gracias a la compleja e esencial relación entre mente, ojo y mano.

A veces es la idea la que da forma al signo, a veces son las líneas trazadas las que sugieren un nuevo pensamiento. Con el dibujo, los niños también construyen "teorías" sobre lo que les rodea: los bocetos y dibujos a menudo anticipan sus argumentos e hipótesis y apoyan el proceso de comprensión de la realidad.

Pensamiento y signo se retroalimentan incesantemente, en una relación intercambiable y única.

¿Cuáles son entonces los placeres que constituyen el acto de dibujar?
Hay un placer lúdico que no podemos perder de vista,
hay un placer en la fabulación que es extraordinario,
hay un placer motriz,
hay un placer visual; no puede haber un placer que no pertenezca también al ojo,
hay un placer rítmico-temporal,
hay un placer espacial,
hay un placer auto-identificador, que es el de asignar una identidad a las cosas,
hay un placer repetitivo,
hay un placer cognitivo
y también hay un placer en aprender.
Otro placer es el relacional, el de poder comunicar.

Hay un placer estético, densamente entrelazado con el aspecto simbólico.
El placer simbólico es otro de los placeres que pueden concluir esta lista de placeres.
Loris Malaguzzi

 

Info: mostre@reggiochildren.it

 

Reggio Emilia Approach

Il Reggio Emilia Approach® è una filosofia educativa fondata sull’immagine di un bambino con forti potenzialità di sviluppo e soggetto di diritti, che apprende attraverso i cento linguaggi appartenenti a tutti gli esseri umani e che cresce nella relazione con gli altri.

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